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sexta-feira, 7 de outubro de 2011

Letra H - Heterossexual / Homossexual

Fragmento do último livro de Roberto Bolaño, Los sinsabores de un verdadero policía.




Para Padilla, recordaba Amalfitano, existía literatura heterosexual, homosexual y bisexual. Las novelas,  generalmente, era heterosexuales. La poesía, en cambio, era absolutamente homosexual. Dentro del inmenso océano de ésta distinguía varias corrientes: maricones, maricas, mariquitas, locas, bujarrones, mariposas, ninfos y filenos. Las dos corrientes mayores, sin embargo, eran la de los maricones y la de los maricas. Walt Whitman, por ejemplo, era un poeta maricón. Pablo Neruda, un poeta marica. William Blake era maricón, sin asomo de duda, y Octavio Paz marica. Borges era fileno, es decir de improviso podía ser maricón y de improviso simplemente asexual. Rubén Darío era una loca, de hecho la reina y el paradigma de las locas (en nuestra lengua, claro está; en el mundo ancho y ajeno el paradigma seguía siendo Verlaine el Generoso). Una loca, según Padilla, estaba más cerca del manicomio florido y de las alucinaciones en carne viva mientras que los maricones y los maricas vagaban sincopadamente de la Ética a la Estética y viceversa. 

...

Ya está todo dicho. Y ahora, para saciar tu curiosidad, algunas diferencias entre maricas y maricones. Los primeros piden hasta en sueños una verga de treinta centímetros que los abra y fecunda, pera a la hora de la verdad les cuesta Dios y ayuda encamarse con los chulos. Los maricones, en cambio, pareciera que vivan permanentemente con una polla removiéndoles las entrañas y cuando se miran en un espejo (acto que aman y odian con toda su alma) descubren, en sus ojos hundidos, la identidad del Chulo de la Muerte...

Willian Blake



                                                                  Pablo Neruda



     Octavio Paz


                                                                                                             Borges



                                                         Rubén Darío



       Paul Verlaine








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